miércoles, 3 de diciembre de 2014

Señoras y Señores


Mientras el mundo del protocolo evoluciona a pasos agigantados, aunque para mi sigue teniendo un aire que evoca escenas decadentes como la de la Princesa Dragomiroff en la célebre novela Asesinato en el Orient Express, vengo yo a poner un poco de luz a este mundo que cada vez tiene más importancia aunque algunos lo desprecien creyéndose que solo consiste en saber colocar el cuchillo y el tenedor en una mesa.

Me llamo Carmelo Simón Pérez, soy estudiante de un postgrado en Organización de Eventos, Protocolo y Relaciones Institucionales en IMEP, previamente oposité a Abogacía del Estado tras finalizar mis estudios de Derecho en la Universidad de Alicante.

El protocolo ha sido uno de mis principales intereses desde hace muchos años, junto con la historia, el arte, la decoración y la moda.

Nadie puede discutir que hay diferentes tipologías de actos que requieren soluciones distintas y aplicaciones de técnicas singulares. De ahí que siempre se esté defiendo la necesidad de especializarse. España precisa de buenos profesionales que se ocupen del protocolo y la organización de los actos y eventos oficiales, como también lo requieren las empresas, el mundo del deporte, de la cultura, del entretenimiento...

A modo de aproximación inicial podemos decir que el protocolo es, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, la regla ceremonial diplomática o palatina establecida por decreto o por costumbre. Aunque podríamos definir el protocolo aunando los criterios de la mayoría de expertos como el proceso tradicional regulado que planifica, ordena, organiza e investiga el acto público. El protocolo actual, además de establecer y ordenar jerárquicamente las formalidades que se articulan en los actos y en las personas que intervienen en él, gestiona un proceso integral de comunicación (Sierra). El protocolo se convierte así, en la extensión natural personalizada de la que se sirve la comunicación corporativa, presentada por cualquier interlocutor en sus acciones de comunicación comercial y acciones de relaciones públicas.

Tras esta breve introducción, únicamente puedo despedirme así...





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